sábado, 19 de enero de 2008

El béisbol

Me marcó el hecho de que con once años, de entre los muchos complejos que tenía, además, lucía pelos en las piernas. Demasiado pronto comparado con mis compañeros, era el único que llevaba pantalón de chándal a la clase de gimnasia, con el señor Anfrons, al final nada, cuatro pelos. Eso creo que ayudó a que me decidiera por el Béisbol, no había que enseñar piernas, el uniforme era largo. Evidentemente la idea de alejarme del atletismo, de otras especialidades y del señor Anfrons me atraía enormemente, además era un deporte que no practicaba mucha gente en este país y las cosas raras y diferentes siempre me han atraído.
Nuestro querido profesor Cayetano Rilova nos enseñó todos los fundamentos, a pesar del señor Anfrons. Después de organizar un Campeonato entre equipos del mismo Belloch -yo pertenecía a los "Quebrantahuesos"- la cosa fue a más y se crearon dos equipos para competir con otras escuelas y equipos, uno de mayores y otro de pequeños. A Roger L. por bueno y a mí por grandullón nos tocó ir con los mayores. Tengo una foto de curso -si la encuentro, la cuelgo y no es amenaza- donde están nuestros compañeros uniformados de amarillo entre el grupo de la clase y nosotros dos con el uniforme rojo.

Siempre me llamaban el "Manta" porque los sábados por la mañana teníamos partido y me costaba despertarme, estaba creciendo y me pesaba todo. Jugaba de catcher agachado detrás del bateador, por ese motivo era el que más cosas encima llevaba puestas de todo el equipo: protecciones en las piernas, peto, máscara, a veces la coquillera... y además, cada bola que lanzaba el pitcher, Jordi P. o Johnny, yo tenía que levantarme para devolversela, pasaba toda la mañana del sábado ahora me agacho, ahora me levanto, es normal que me costara ¿no? Recuerdo a Jaume F. de primera base (he colgado una foto del Rey Gaspar de este año porque pienso que se parece bastante ¿no?), Jordi S., un primo lejano mío, buena gente, no es justo nombrar a la gente, seguro que me falta gente debido a la memoria.
No se nos dio nada mal, ya me corregiréis si me equivoco, pero fueron cuatro Campeonatos de Cataluña y después de ser descalificados no sé porqué en un Campeonato de España, ganamos a los Campeones en un partido de exhibición en Pamplona. A los doce años fuimos a jugar a Mallorca un partido de exhibición con la Selección. Luís Vega, entrenador traído por Cayetano para hacerse cargo del equipo ¡qué personaje! me decía: -¡Zerhio, vaaamo!
Fueron unos años espléndidos los del Béisbol hasta que se acabó el octavo curso y se creó un equipo en Mollet, ya que el Belloch no podía acogernos más. Carlos, entrenador argentino, hizo una mezcla de gente del Belloch con gente de Mollet, ya no era lo mismo, éramos los New-Boys con uniforme naranja. Tenía que tomar el tren los domingos por la mañana temprano para ir a jugar, coincidió con el cambio de escuela, también que empezaba a fumar en el Collell y a llevar una vida menos sana, la adolescencia, ya se sabe... Lo dejé, perdí el interés y allá quedó el guante de catcher y no lo he vuelto a ver nunca más.

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