viernes, 9 de mayo de 2008

Un libro para reír.

Soy un adicto oyente de radio. Hasta los veinticuatro años, cuando ponía la radio era sólo para escuchar música. Fue a partir de esa edad que un amigo, Jordi A, me recomendó que escuchara un programa que hacían en Radio Barcelona al mediodía, el programa se llamaba El Terrat (La Azotea) y los vecinos que lo habitaban eran Andreu Buenafuente y su equipo acompañados de una multitud de personajes que cobraban vida allá arriba con su particular sentido del humor que podríamos calificar de... ¿catalán? Sí, pero abierto.

Pocas han sido las veces en las que he sintonizado música en el dial desde aquel descubrimiento de hace dieciséis años. La historia de Buenafuente es conocida por la mayoría, fue dando saltitos, ahora aquí, ahora allí, ahora radio, ahora tele, ahora ambas, hasta que dio el salto a las españas mientras abrochaba y desabrochaba los botones de su chaqueta. No quiero hacer ninguna reseña más porque este escrito no va dedicado a El Terrat, tan sólo decir que, bajo mi modesta opinión, han exportado su humor con un elevado grado de éxito.
Un día mi esposa, conocedora de mi debilidad por el humor de los hermanos Marx y su peculiar visión de la vida, me regaló el libro: Groucho y Chico, abogados (el original era Flywheel, Shyster, and Flywheel) que trata de un bufete de abogados -como se puede deducir- que es un desastre. Groucho es Flywheel, un picapleitos follonero y Chico es Ravelli, su ayudante incompetente.
La lectura es muy amena y divertida, totalmente aconsejable a los incondicionales del humor. En muchas ocasiones me era bastante difícil leer y contener la risa a la vez, podréis pensar que soy de risa fácil... ; ) pero lo recomiendo para pasar un buen rato.


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