sábado, 12 de enero de 2008

Los hermanos

Hace doce días que empecé esta aventura y estoy muy animado añadiendo cosas, ya tengo bastante facilidad para animarme en ciertas cosas, mi hermano puede confirmarlo. De pequeños no parábamos, es más, no lo dejaba descansar, si no era para jugar al fútbol, era para el ping pong, si no los Geyper Man, si no el Escalèxtric...
¡siempre tenía que hacer alguna cosa!


Con nuestra hermana era diferente, era pequeña, menudita y nosotros teníamos poca paciencia con ella, mi madre nos obligaba a llevarla a jugar con nosotros.
Recuerdo un día que nos la llevamos a jugar al "patio de la abuela" -un descampado con casa en ruinas incluida que había justo detrás del edificio donde vivíamos- enseguida se cansó, tenía unos cuatro años e iba vestida con la camiseta del Barça. Tan pronto como ella se distraía, nosotros echábamos a correr para que no nos viera y nos perseguía llorando.


Siempre he tenido aquella imagen y su llanto clavado en el corazón, no era yo quien huía y la hacía llorar, era otro.
Yo soy buena persona, estoy convencido de mi bondad, quizás por eso, me arrepiento de todo corazón del mal que haya podido hacer a las personas que quiero.


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