Su esposa, Mía de Fee Gawls, era hermana de los duques Maarten y Mark de Fee Gawls y de la condesa de Ken Meereth, Martha. Los hijos de Charles y Mía, Charles y Alek quedaron resguardados del peligro en el ducado de Ken Oves con los duques para evitar un posible secuestro.
Amparados por los poderes eclesiales de Karddu, los insurgentes habían preparado una emboscada para evitar la coronación, pero fue controlado por parte de los caballeros Sir Raphael de Ken Sawleather, Sir Nelaw de Greanader y sus hombres.
La hermana del rey, la condesa Mercy con su esposo Richard de Baarcelawn. Los hermanos de la reina consorte, Mark de Ken Meereth y Maarten de Doom Inex.
Los condes de Ken Meereth, Martha, cuñada del rey, y su marido, David de Willegan. Sir Raphael de Lopeths y su esposa, Lady Monique Radward, Señores de Ken Sawleather.Sir Nelaw de Keyknowness y su esposa Lady Christine Garthya, Señores de Greanader.Sir Ferdinand y Lady Nathalie de Middle Karddu, Señores de Sbarjaw. Los condes de Karddu, Lady Penny y Sir G. McStraw, Señores de Elms 's Fountain.
Alejados de cualquier tentativa de nuevo asedio, los asistentes a la fiesta disfrutaron de la cena al aire libre en una mesa dispuesta delante de las enormes parrillas donde los cocineros asaban un cordero al que iban pincelando con hojas de laurel bañadas en una salsa aceitosa y la camarera se encargaba de traer la sangría. Mientras el cordero se asaba, los comensales disfrutaban del primer plato, un pan redondo relleno de migas con uva al más puro estilo del sureste de Iberia -una manera espléndida de aprovechar el pan duro.Cuando las viandas llegaron a la mesa, la sangría ya corría por las venas de la mayor parte de los presentes, momento que aprovechó una bruja llamada Ginebra, bola de cristal y cartas en mano, para predecir el futuro a algunos de los asistentes entre las risas de la mayoría.Una vez se dio por acabada la cena, la comitiva pasó a una estancia cubierta de Palacio para asistir a los juegos malabares del bufón de la corte. Hubo turno de demandas al nuevo rey para todos los presentes y la música hizo danzar a los invitados hasta altas horas de la madrugada.En aquella fría noche del mes de febrero, Kataloonyard recibía al nuevo rey que desterraría para siempre al malvado Fgedeguiko el Glande de sus tierras bajo una luna para recordar.
Al día siguiente, el pueblo aclamó al nuevo rey con vivas:
-Viva Charles I de Kataloonyard!
No hay comentarios:
Publicar un comentario