domingo, 16 de marzo de 2008

Programación infantil, sábado tarde.

Mi hijo de siete años vio ayer la película: Las tortugas Ninja 2: El secreto de los mocos verdes en la cadena Cuatro, de 16.30 a 18.00 h. cadena progre entre las progres. Se la dejé ver porque según la calificación moral era apta para todos los públicos.

¿No criticaré el título asqueroso, a pesar de que la versión original no hace referencia explícita a los mocos, sino al lodo que se forma en el fondo del agua estancada, ni en si contiene más o menos escenas de violencia, a fin de cuentas son ninjas y no esperas precisamente que sean angelitos los ninjas, pero en cuanto a la traducción para el doblaje, realizada por nosesabequien según consta en mis investigaciones, pienso:


No existe una expresión válida y apta para la exaltación de alegría que hacen las tortugas al final de la película -al menos las que yo escuché un par de veces- donde los cuatro protagonistas chocan las manos diciendo:

-¡De puta madre!

Con lo rica que es la lengua de Cervantes en expresiones más o menos acertadas para dar a entender el mismo concepto, pero no, claro, para un traductor de películas es más fácil eso ¿No?

Quizás es que en la versión original gritan:

-¡Mother fucker! que viene a decir lo mismo. Aunque así fuera, no sería lo mismo traducirlo por:

-¡Fantástico! ¡Fabuloso! O incluso ¡OK!

Un OK estaría bien, podría expresar que no hay bajas -0 killed- entre los tuyos y respeta el carácter USA de la película.

Seguro que no habría muchas quejas por parte de los padres en este sentido y como a las tortugas no se les puede leer los labios, nadie notaría la diferencia.

Se hizo con la película Terminator donde cada vez que el Arnold Schwarzenegger decía:

-Hasta la vista, baby... en España era traducido por un: -Sayonara, baby...
No critico este cambio, quizás se trata de cambiar el idioma como cuando en una película americana doblada al catalán los del servicio, latinoamericanos generalmente, continúan expresándose en castellano. Uno de los casos más flagrantes sucedido aquí, en nuestra TV3, fue la serie de humor Hotel Fawlty, donde nos hicieron creer que Manuel era un camarero papanatas mejicano, pero en la versión original era un camarero español, de Barcelona. No hubiera gustado aquí eso...

Volviendo a Cuatro, qué se puede esperar de una cadena que programa Pressing Catch sábados y domingos a las 15.30h. Tendrían que hacerlo de madrugada y los padres nos ahorraríamos tener que razonar y dar explicaciones a los hijos contaminados de esta moda.

Alguien dirá que es un espectáculo y que no se hacen daño, ¡Estaría bueno que escupieran sangre al público a cada puñetazo!

Para espectáculo que repongan Los Payasos de la Tele o el palindrómico Circ Cric de Tortell Poltrona.
-¡Ah, no! Que es la cadena progre...

¿Qué elementos consideran válidos las personas que establecen la calificación moral del cine?¿Es necesario que los niños, empeñados por otra parte en ver estas películas, reciban este tipo de estímulos?

La primera vez que oí la palabra puta fue en el Belloch de la boca de un niño para insultar a otro llamándole: hijo de puta. Teníamos la misma edad que mi hijo, siete añitos y me quedé a escuchar cómo el profesor presente, Cayetano Rilova, reñía al insultador, que evidentemente no era consciente de lo que acababa de decir, explicándole el sentido de aquella expresión.

Casualmente esta semana me llamó la atención la profesora de Joel porque a la hora de comer había insultado a una monitora del comedor. La versión de mi hijo era que había sufrido un agravio comparativo, ya que no le dejaban jugar con unos neumáticos del patio por miedo que se hiciera daño, pero en cambio a otros niños no les había dicho nada. La respuesta de mi hijo fue contestar a la monitora diciendo: mierda podrida.

Quizás la próxima vez -espero que no pase- Joel utilizará una expresión más parecida a la de la película y ya tendremos un nuevo conflicto.

¿La culpa?
Nuestra, los padres no sabemos educar, seguramente sea cierto, tendríamos que empezar por denunciar casos como éste y no permitir ver a los niños estas cosas, pero aun así, siempre habrá algún padre que, para evitar razonar con su hijo, apriete el botón del mando del canal Cuatro y ensucie la mente de su hijo con escenas patéticas de hombres medio desnudos. ¿O tal vez sea una excusa del padre para poder disfrutar del espectáculo femenino de Pressing Catch? Éste, sobre todo, lo tendrían que programar de madrugada.


No hay comentarios: