Hoy me he puesto una de mis camisas preferidas. Hacía unos cuantos meses que no me la ponía, pero hoy lo he hecho y la experiencia no ha sido buena. He tropezado dos veces con la misma piedra, sin querer.
Presumo de tener mucho cuidado de las cosas, como el móvil, no me cae casi nunca de las manos, pero hoy se me ha caido en dos ocasiones, y lo que es peor: ¡Seguidas!
Recojo las cosas para salir de casa y como hace calor confío que no echaré de menos la chaqueta, por lo tanto meto la billetera en el bolsillo del pantalón, cuelgo todas las llaves en distintos dedos de la mano, y el móvil... ¿El móvil? ¡Ah! Lo meteré en el bolsillo de la camisa, claro.
Creo que me vendría bien una mano extra. Con las prisas habituales coloco el móvil en el bolsillo de la camisa, pero Tora me distrae, está mordiendo los cordones de mis zapatos -qué obsesión- siento un sonido plástico contra el suelo... ¡El móvil!
-!Seré cazurro! No he acertado al intentar meterlo en el bolsillo. Renegando me agacho y lo cojo. Con sumo cuidado lo introduzco, ahora sí, en el bolsillo.
Ante mi estupefacción, el maldito utensilio tal como entra, sale por debajo y cae al suelo de nuevo, pongo cara de tonto mientras una frase graciosa me viene a la mente:
"El gilipollihmo eh una manera de entender la vida". Entonces recuerdo y pongo mi mano sobre el bolsillo...
Hace meses metí un chicle en el bolsillo de aquella camisa y con el calor se deshizo dentro. Corté el problema de raíz -nunca mejor dicho-, tijeras en mano me cargué a recortes el fondo del bolsillo y listos. No era necesario coserlo, nadie notaría la diferencia. ¿Nadie? Ni yo mismo. Mientras recortaba pensaba: si este bolsillo es puro adorno, no lo utilizo nunca. Estaba convencido que lo recordaría, pero por lo visto, empiezo a sufrir signos de vejez.
Instantes después otra frase me ronda:
¿Cómo puedo tener tanta memoria a veces para según qué cosas y para otras no?
¿Porqué recordar la matrícula de aquel Citroën GSA que tenía mi padre si hace muchos años que no se fabrica y no soy capaz de recordar que me cargué un bolsillo?
¿Cómo puedo tener tanta memoria a veces para según qué cosas y para otras no?
¿Porqué recordar la matrícula de aquel Citroën GSA que tenía mi padre si hace muchos años que no se fabrica y no soy capaz de recordar que me cargué un bolsillo?
Probablemente este fin de semana queme la camisa o cosa el bolsillo. Una de dos.
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