miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lecturas estivales.

Sí, efectivamente, ya estoy de vuelta.
No puedo retrasar más el hecho de volver a escribir en el blog, aunque ya me había acostumbrado a leer lo que otros escriben, como los blogs que visito y, cómo no, los escritores profesionales.
El verano es la época del año en la que más leo y éste no ha sido una excepción.
Aquí dejo la recopilación de los libros que he leído, así como de los que no he podido y he abandonado.

"Te daré la tierra" Chufo Lloréns
731 páginas (incluyendo agradecimientos y bibliografia).
Libro de tapa dura y original tallado irregular de las páginas que me llenaba el pecho, al principio, de pequeñas virutas de papel. Una vez superadas las primeras cincuenta páginas, el libro no te deja más restos encima. Antes de morir sepultado bajo su peso decidí llevar a cabo una criticable intervención, escalpelo en mano: desprenderme del peso innecesario de la tapa del libro mientras lo leo cómodamente como si de una edición grande de bolsillo se tratara. Este hecho se convirtió en una tradición desde entonces y lo he practicado en tres libros más en total este verano -todos ellos de mi propiedad, claro.




En cuanto al libro en cuestión tengo que decir que al principio presenta un montón de personajes y te marea un poco, pero una vez hechas las presentaciones, entras de lleno en la historia, que te va cautivando página a página hasta la última. Me ha gustado la riqueza de vocabulario que el autor muestra y diría que guarda cierta similitud con "La catedral del mar" de Ildefonso Falcones, que me fascinó también -entendiendo esta similitud como lo que capta un lector cualquiera como yo, no quiero decir que haya paralelismos, ni mucho menos plagio.
La siguiente novela que "des-tapé" fue "El pont dels jueus" (El puente de los judíos) de Martí Gironell. Le di cincuenta páginas de confianza, pero no pude continuar porque tenía demasiado reciente el "Te daré la tierra" y de estilo andaba un poco corto en comparación, me sabe mal ya que, probablemente, si hubiera empezado por éste, lo hubiera terminado.
Seguidamente tomé "La sangre de los inocentes" de Julia Navarro. Esta novela ya la había empezado hacía tiempo y la dejé a las treinta páginas. Esta vez estaba decidido a romper el maleficio, quería entrar de lleno -incluso le quité la tapa dura. Esforzándome lo empecé de nuevo y llegué a las cien páginas, que era el margen que me había autoimpuesto, pero fue inútil, no pude y lo dejé apelando al derecho sagrado que tiene cualquier lector a dejar una lectura -ya sea de un libro, de un diario o de un post como éste- tan pronto como cree que no lo debe continuar o no le interesa en absoluto.
Después de estos dos intentos fallidos, empecé "La bodega" de Noah Gordon (381 páginas) con ganas de dejarme cautivar por la lectura. La edición que tenía a mi alcance era la castellana, la que regalé el año pasado a mi mujer. Digo en castellano porque según escuché por la radio, la traducción al catalán era lamentable. Me tumbé en una hamaca un sábado por la mañana y la acabé por la noche, no hice nada más, excepto las necesidades básicas de todo ser humano y sus hijos. La historia te atrapa y te hace querer saber qué será lo siguiente que sucederá..., más tarde: Y ahora qué viene? ... es así, Noah Gordon, a pesar de las críticas, engancha de la misma manera que hizo con "El médico", "Chamán" o "La doctora Cole" entre otras... Supongo que algunas de las voces catalanas críticas con el libro se deben al nombre que el autor escoge para el personaje: Josep Álvarez. Si es así, quizás tienen razón, la historia tendría más realismo si se hubiera llamado Josep Puig, por poner un ejemplo. Son cosas de asesores, imagino.

Paseando entre estanterías de un caluroso Eroski, descubrí un libro de bolsillo: "Tokio blues" Norwegian Wood, de un autor japonés Haruki Murakami de quien había tomado referencia en un post de un compañero de un blog. No podía dejar escapar aquella oportunidad, aunque casual, y le dije a mi esposa que se lo regalaba ... para mí.

428 páginas de un estilo reflexivo -diferente a lo que llevaba leído hasta el momento. Mientras iba leyendo las tribulaciones y preocupaciones de Toru Watanabe, las imágenes se movían en mi imaginación como si estuviera ante una película japonesa de tonos verdes y amarillos, estilo videoclip musical. Acostumbrado a nombres catalanes, castellanos y anglosajones, en general nombres como: Naoko, Toru, Midori o Reiko te transportan a un mundo más próximo al de Doraemon, pero una vez te acostumbras, forman parte de la apertura mental literaria de este año.

La novela, curiosa y triste, juega a menudo con la muerte como parte de la vida. No será la última cosa que lea de este autor.

Tras Murakami, empecé un librillo que hacía tiempo tenía en mente leer: "El curioso incidente del perro en medianoche" de Mark Haddon. 269 páginas llenas de lógica, números, matemáticas, investigaciones y aventuras de un chico autista de quince años, Christopher Boone. Una novela excepcional en torno a un personaje que, según dicen, no se parece a ningún otro y muestra la peculiar manera de ver el mundo que tiene este chico.

Llegó el final del libro en Sort y quedé por unos instantes sin nada para leer, pero fue en el hotel donde trabaja mi hermana donde comencé la curiosa aventura de leer novela en inglés.


Gracias a la supuesta dejadez de los clientes, el hotel pone en unos estantes en el hall y a disposición de los nuevos clientes, libros olvidados, la mayoría en inglés. De todos ellos escogí uno que me llamó la atención: "No time for goodbye" de Linwood Barclay, 437 páginas intrigantes y de constantes sucesos que me atraparon desde la primera a la última. El argumento se basa en la extraña desaparición, en el año 1983, de una familia entera, padres y hermano, de una chica de catorce años. La novela transcurre en la actualidad (2008) después de veinticinco años, ella ya está casada y tiene una hija de ocho años. No explicaré nada, ya que empecé a explicarla a mi hija mientras la iba leyendo y se enganchó al argumento hasta que le tuve que explicar todo hasta el desenlace. He buscado en google información del autor y figura que la novela ha sido traducida a doce idiomas, creo, por eso si se publica aquí, se la compraré a mi esposa.

Antes de marcharnos de Sort y con la convicción de que aquella novela no me duraría mucho en las manos, mi hermana me invitó a llevarme otra. Escogí: "A death in Tuscany" de Michele Giuttari, ex-policía italiano que figura entre los que más vende de Italia. ¿Por qué lo escogí? quizás porque curiosamente entre las páginas que hojeé apareció un personaje: Sergi (curiosamente no Sergio) a quien apodan Serpico, llamadme simple.
Han sido 385 páginas de novela policíaca, mafia siciliana, albaneses, intriga, asesinatos, drogas y masones mezclados con pedofilia. Desde el principio no te engancha tanto como el anterior, pero es uno de los culpables de que haya demorado la vuelta al blog.
En Roses compré dos novelas más de bolsillo: "The promised land" de David Hewson -que he empezado hoy- y "Before I wake" de Robert J. Wiersema, a ver qué tal ...
¡Ah! también he disfrutado de la sillita de playa que me regaló Penélope, de la sombra que me proporcionaba la sombrilla de color rosa en la playa y de los kilitos de más que he guardado curiosamente repartidos por mi cuerpo ;-)

Por cierto, no he sido el único en zampar papel este verano, en el buzón de casa hay un caracol que se ha ido poniendo las botas con nuestra correspondencia, sobre todo la bancaria. Por lo visto, la hipoteca nos debe haber bajado, ya que sólo se puede ver esto: ????,54 €.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, me presento. Soy Jose Luis Romero, barcelonés, y acabo de publicar mi primera novela, una novela negra, con tiros y todo, que transcurre en la Barcelona actual. ¡Que miedo!
Os dejo (con vuestro permiso) un pequeño extracto y la dirección de mi blog blog.

...En una ciudad tan populosa y cosmopolita como Barcelona en cualquier lugar hay broncas, en cualquier momento se comenten asaltos o te topas con borrachos al volante. Y la noche es otro país con otro idioma, donde predomina la palabra gruesa, el gesto seco y donde campan a sus anchas los pirados que se dedican a incendiar coches y contenedores para divertirse. A esas horas el peligro y la violencia aumentan exponencialmente, sobre todo en el centro. Por algo Las Ramblas se encuentra en el ranking de las diez calles más peligrosas del mundo....
...Otra cosa era el resto de la Plaza y sus aledaños, donde se movía otro tipo de ambiente. Un batiburrillo de gente de la más baja extracción se daba cita también allí. Los bancos públicos y los suelos estaban ocupados por una variopinta hueste antisocial: gente sin patria ni techo, pedigüeños, camellos, borrachos, drogadictos, liendrosos, feos y los más guarros de Barcelona y otras ciudades europeas se congregaban cada noche entorno al sembrado de terrazas más caras de la Barcelona cosmopolita, una milicia que había renunciado al amansamiento impuesto por el sistema y había asumido el extremismo social como forma de vida...
Extractado de SIEMPRE QUISE BAILAR COMO EL NEGRO DE BONEY M...

http://minovelanegra.blogspot.com/

Els del PiT dijo...

Sí señor, buena manera de publicitarse.

Visitaré tu blog, compañero, aunque sea por descubrir los asaltos que se comentan en esta Barcelona que describes ;-)