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lunes, 29 de diciembre de 2008

Calidad humana

Aviso importante: Algunas de las imágenes pueden herir la sensibilidad del lector (sólo en caso de que os de asco ver esta dentadura de aquí)



Esta foto corresponde a una fotografía de unas incrustaciones dentales mayas que Daniel, el guía mejicano, sostenía del revés hasta que le recomendé que le diera la vuelta ya que, como todos sabemos, los dientes pequeños son los de la parte inferior, o eso es lo que yo creía. Me sorprendió que entre la cantidad de gente -sobretodo americanos- que visitan a diario Chichén Itzá –una de las maravillas del mundo- no hubiera nadie que le advirtiera del error. ¿No ha habido ningún profesional del mundo de la odontología entre el millón doscientas mil personas que visitan el basamento piramidal? Bien, para no hacer demagogia, está claro que todo este gentío no pasa por delante de la foto de nuestro guía, pero tal vez si la agencia hace la excursión a diario con un grupo de unas veinte personas, dan cien a la semana que podrían ser cinco mil doscientas al año... y ¿Ni un dentista, ni auxiliar? Quizás es por eso que a la dentadura le falta un diente incisivo... Así son los dientes –como diría un dentista tirando de tópico- debes cuidar sólo los que quieras conservar, pasa lo mismo con las personas, las amistades en general y la familia en particular.


Para continuar con Méjico y cuidar de las personas, no me direis que, puestos a tener un accidente, no preferiríais que os recogiera esta ambulancia mejicana que teníamos justo delante del centro médico del hotel.

¡Qué calidad, sí señor!

jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Velocidad?


Ésta es mi modesta teoría de la velocidad al hilo de lo que he escuchado hoy en la radio:
A 140 km/h por vía de 120 Km/h= + riesgo, pero + atención (vas pendiente de todo).
A 120 km/h por vía de 120 km/h= + atención (te confías y ves algo del paisaje).
A 80 km/h por vía de 80 km/h= Atención + descuido (observas el paisaje).
A 60 km/h por vía de 80 km/h = descuido (contemplas el paisaje y lees letreros, matrículas y osas mover el dial de la radio).
-¿A 40 km/h por vía de 80 km/h? = aprovechas para comer, beber, quitarte la chaqueta, hablar por el móvil, cambiar la ruta del GPS, buscas CDs ... ¡ah! Y si caes en ello, quizás incluso recuerdes que estabas conduciendo ... si es que no te la has pegado mientras mirabas una película en el DVD portátil de tus hijos.
Disculpad la calidad de la foto, pero está hecha con el móvil (como muchas otras, claro) e iba más pendiente de la aguja del tacómetro que de la carretera ... que ésta es la otra teoría:
Si tenemos que ir mirando constantemente la velocidad a la que vamos: ¿No dejamos de mirar la carretera demasiado a menudo?


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viernes, 5 de diciembre de 2008

Buenos días...

Ayer por la mañana, justo después de aparcar y antes de ir al trabajo, me crucé con tres personas.


La primera, una mujer paseando una perra dálmata. Sé que era hembra por aquellas tetas... claro. Colgaban del mismo modo que lo hacen una vez han tenido cachorros. La señora me miró, yo la miré y solté un simple "hola", educadamente.

Ella contestó de la misma manera, pero añadiendo un "buenos días", a lo que correspondí con un "buenos días" mientras contemplaba aquellas tetas a punto de rozar el suelo.


Todavía no había cerrado la puerta del coche cuando pasó una chica joven, elegantemente vestida y con la cabeza adornada con un curioso sombrero. Tenía unas facciones tirando un poco a sudamericana con mejillas prominentes, labios gruesos y piel clara. Cuando pasaba ante mí me miró y yo esbocé un nuevo "holaaa..." a lo que ella respondió sonriendo un "hola, buenos días". Seguidamente correspondí con un "buenos días" mientras contemplaba el curioso sombrero.

Había recorrido unos metros cuando se dio la vuelta y me dedicó, aparte de una nueva sonrisa, una excelente frase que me acompañó el resto del día:

-¡Que tenga un buen día! -dijo.

-Gracias, igualmente ... -añadí.

Es la única cosa que pude decir mientras me preguntaba por sus limitaciones. Quedé un rato pensando en la frase y en lo que transmite ... y me alegró el día.

Finalmente me crucé con un chico a quien no saludé porque sacó el móvil, apretó un solo botón y se lo llevó a la oreja.

-¡Qué pasa quilloooo! -exclamó dejando tras de sí una nube de humo de tabaco que me golpeó la cara.

Entonces recordé que alguien, a quien no conozco, me acababa de desear un buen día ... (aunque me tratara de Usted).

lunes, 1 de diciembre de 2008

Información?

Como suelo hacer de manera habitual, para abrir el correo en Hotmail tengo que pasar por la que supongo es la página principal de bienvenida de éste. Allí, entre un montón de información de contenidos diversos, este fin de semana he encontrado una noticia que me ha dejado de piedra y me ha hecho creer que todavía no me he recuperado del Jet Lag (que pesado soy ¿no es cierto?)
La foto que acompaña el texto es ésta y pertenece a AP (supongo que nada a ver con el Partido Jurásico de Fraga)
La noticia, por llamarle de alguna manera, dice lo siguiente:
Han pasado 10 meses desde la trágica muerte de Heath Ledger (si ponen esta foto, imagino que Heath es esta chica, llamadme simple...) y, obviamente, la actriz todavía continúa consternada. (Hombre sí tiene que estar consternada si hace diez meses que está muerta...) Durante una entrevista concedida a Newsweek, Michelle Williams, la madre de la hija de Heath Ledger, (...? ¡Ah! ¡Michelle Williams es la madre, pero no de Heath, no! Es la madre de la HIJA de Heath... Cooomor?!? ¿Es decir, que la hija es adoptada?¿Es madre de la hija de su hija? Que me perdonen por mi simpleza de mente, quizás me estoy haciendo mayor y no entiendo las nuevas opciones parentales y familiares...) no pudo contener las lágrimas antes (Aquí se han colado, ya que querían decir "ante", imagino...) la sola mención de su nombre. (No sé por qué no me extraña...) "Es tan triste", dijo la intérprete de 28 años de edad. (Parece que podría haber dicho alguna cosa más ¿no? si con 28 años es madre de la hija de su hija...) A duras penas la joven intenta sobreponerse: Depende. ¿Qué puedo decir? Cada día me levanto de manera diferente, (Pues yo cada día igual, lo primero que hago es poner el pie derecho en el suelo por aquello de la superstición y me levanto de la misma manera, más que nada es que por la mañana no tengo muchas ganas de hacer posturitas...), el dolor es como un río en movimiento". (Y yo no tengo palabras...)

Como la historia me ha dejado perplejo como a la mayoría de vosotros (espero), me he puesto a buscar información, y con lo que he encontrado he hecho mi composición, a ver si deshacéis el entuerto:
Han pasado 10 meses desde la trágica muerte del actor Heath Ledger y, obviamente, la actriz todavía continúa consternada. Durante una entrevista concedida a Newsweek, Michelle Williams, la madre de la hija de Heath Ledger, no pudo contener las lágrimas ante la sola mención de su nombre. "Es tan triste", dijo la intérprete de 28 años de edad. A duras penas la joven intenta sobreponerse: Depende. ¿Qué puedo decir? Cada día me levanto de manera diferente, el dolor es como un río en movimiento".
Nada que objetar, Michelle, recibe mi pésame aunque sea muy tarde. También querría acompañar en el sentimiento a toda la gente que se vea afectada por la prematura muerte de este actor. Pido disculpas por mi ignorancia así como por el desorden mental del redactor de la noticia que me ha hecho caer en una trampa por culpa de una sola palabra: actor. (La foto de él ya no sería necesaria, pero el artículo hubiera sido más completo)
Aquí cuelgo uno de los muchos homenajes que he hallado.

Después de esto me pregunto:

-¿Las prisas justifican una desinformación como esta?
-¿Es culpa del lector no saber que Heath era un actor?

-¿Se sabe ya a qué huelen las nubes?
-¿Alguien sabe quién mató a Laura Palmer?

-¿Necesitaré una semana más para recuperarme del Jet Lag?

viernes, 28 de noviembre de 2008

Sólo quería deciros...

Una vez superado el maldito Jet Lag, puedo asegurar que me encuentro en perfectas condiciones de uso.
Os diré que vuelvo a la normalidad.
Os diré que aquí hace mucho frío comparado con el Caribe Mejicano.


Os diré que una de las cosas que no echaré de menos de Méjico son los representantes de US (United States) que había en el hotel supongo que, como nosotros, asistentes al CMTDGCG (Congreso Mundial de Temerarios Desafiadores de la Gran Crisis Global).

Os cuelgo la foto de la otra cosa que no echaré de menos:


La taza del inodoro que debe estar a la altura justa que necesitan la señora Martina (encargada de hacer nuestra habitación) y todas sus compañeras para limpiarla sin tener que agacharse. Una vez comprobé que el cubilete de basura del lavabo era demasiado alto, desmonté un cajón del escritorio para alzar las piernas y poder evacuar con mi facilidad habitual. Casualmente ayer vi unas imágenes de Txumari Alfaro haciendo la demostración de qué posturitas son más recomendables para no andar estreñido.

Suerte que las noticias del día de ayer no pasaron hace diez días, porque hubiera ido de viaje mi tía Frasca, la del pueblo, como decía un amigo:

Atentado en Bombai con víctimas turistas (no hablaré de los políticos), revuelta en Tailandia con más turistas de por medio y, en Francia, un avión Airbus 320 que acababan de reparar se estrella en el mar en vuelo de pruebas. "Una catástrofe" decían los servicios informativos de Rac1 ...

Hombre es una desgracia, sí ... pero si tenemos en cuenta que en el avión viajaban siete tripulantes y que ha muerto uno, diría que es un milagro, catástrofe hubiera sido que el Airbus fuera lleno. Aunque si aceptamos "catástrofe" como buena ¿qué será un accidente múltiple en la autopista AP7 con diversas muertes y más heridos? ¿Un número más a sumar al cómputo del año?

Si escucho esta noticia hace diez días me hubiera conformado con cenar en un restaurante mejicano en vez de ir a cruzar la charca en un Airbus 330, o sea con diez puntos más ...

¡Ah! Os deseo Feliz Navidad ¿No?

jueves, 13 de noviembre de 2008

Evaluación previa



-Escrito hace una semana en condición de padre fastidiado que recibe las primeras notas de su hija-
No pienso escribir nada acerca de las primeras notas de pre-evaluación de mi hija.
Todo esto del Instituto nos ha trastornado y a ella le cuesta encontrar su sitio y no me refiero a la silla (porque ésta estoy seguro que la tiene bien ubicada). El curso pasado en la escuela se encontraba bien, los profesores y profesoras la querían muchísimo y todo era una balsa de aceite, buenas notas, los trabajos a tiempo, etc. Pero en el Instituto... no.
Se ha encontrado con gente que va con las pilas puestas, profesores y profesoras que tienen poco en cuenta las cálidas relaciones con el alumnado y mucho en cuenta la puntualidad y la atención y, claro, a mi hija se ve que no anda bien ni con la p. ni con la a.
A pesar de todo, insisto, no escribiré nada de las notas porque ella hace un tiempo que se dio cuenta de que iba mal e hizo propósito de enmienda. Nosotros lo aceptamos como padres que somos, pero ahora nos tocaba ser firmes y poner los puntos sobre las letras que llevan punto, como la 'i' y la 'j'. Por lo tanto, citaré, sin que sirva de precedente, lo que diría Bono, que no es el cantante de U2 (pero... ¿qué digo? ¡Si a éste seguro que no lo conoces!) Me refiero al Presidente del C... bien, a aquél que sale en Polonia:
"Hija, ej je no te haj japlicado suficiente..."
Y no me gustaría tener que escribir más de este tema, ni ahora ni nunca ¿ok?
Pues ¡Ala!
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Ilustración de:

sábado, 18 de octubre de 2008

Facebook...

Después de unos meses de haber abierto una cuenta en Facebook y comprobar que tengo familiares y amigos -que ya tenía- con los que ya mantengo una cierta relación habitual real, acabo de desactivar la cuenta por una cuestión muy simple: no entiendo qué sentido tiene.
Me quita horas de vida que necesito para otras labores y supongo que para los jóvenes está bien, pero estoy cansado.
Además, si a eso le sumamos que, según parece, puede ser perjudicial para la salud de los amigos que ya tienes (dado que con esta súper-mega-herramienta-de-contactos no te hace falta hacer el esfuerzo de visitarlos), he decidido dejarlo porque me agobia. Al menos por un tiempo ...
Mañana me encontraré con mi hermana -la que me metió en este lío- y la verdad es que tengo ganas de abrazarla, darle dos besos y dejar que me explique cosas, hablar cara a cara de todo... menos de Facebook.
Cuelgo una parodia y una cancioncilla.


jueves, 2 de octubre de 2008

De uniformes e Institutos

El otro día fui a buscar a mis hijos a la salida de sus respectivos centros educativos. A las cinco salía Joel, a y media, Ariadna. Con todo lo de la preparación de la fiesta de mi esposa y el trabajo, no había tenido todavía oportunidad de hacerlo.
Mi hijo al verme entre los padres que esperaban esbozó una larga sonrisa y se me echó al cuello. Fuimos al súper a comprar las cuatro cosas de la lista y luego al Instituto de Ariadna.
Una vez allí me encontré con David y su hija Anna, iban a recoger a David, su otro hijo. Mientras hablábamos nos acercábamos a la puerta principal del Instituto hasta que, de repente, Joel y yo nos quedamos solos ante la puerta.
-Pssst... pssst... ¡Sergi! -oigo, me doy la vuelta y veo a David, el padre, que desde el otro lado de la calle me hace señas para que me acerque.
-¿Qué pasa? -pregunto.
-Es que no podemos estar ahí, aquí las cosas son diferentes, los padres tenemos que mantenernos alejados...
-¡Ah! Cómo no he caído antes... -reímos y esperamos.
Joel me pidió permiso (¿?) para ir a jugar al parque infantil.
-Pero cuando te diga "vamos", es vamos ¿eh?
-¡Que sí, papa! La espera es eterna y le comento a David cosas como la dificultad que tengo en localizar a mi hija entre tantas chicas, ya que todas van... ¡Con el mismo uniforme! Sale el hijo de él y se van.
Está bien que vayan uniformadas, así no hay problema a la hora de vestirse por la mañana...
¡¡¡Y un churro!!!
No es que el uniforme se componga de camisa blanca y faldita de cuadros con calcetines hasta las rodillas, similar al de Britney Spears en uno de sus primeros éxitos -si no el primero- al contrario: pantalones estrechos tipos "pitillo", que con la ley del tabaco quizás tendrían que llamarse tipo "pajita"... bien, no, quiero decir... ¡Da igual! Camisetilla de tirantes, pañuelillo al cuello -esto me gusta, para evitar resfriados- la mochila de setenta kilos -eso sí, con las dos cinchas bien puestas- pero en vez de llevarla a una altura prudente para evitar lesiones, la llevan para... taparse el culo -con perdón, supongo- y el pelo liso, largo y con flequillo a un lado para poder acompañarlo con los dedos de una mano.
De esta guisa van todas y yo me vuelvo loco a la hora de adivinar cuál de ellas es mi hija. Finalmente acabo por llamarla al móvil... gran invento. ¿Quién fue el primer padre en comprarle a su hija de once años un utensilio como éste? ¿De quién fue la idea? El día que mi socio, Jordi, me confesó que le había comprado un teléfono móvil a su hija de... dieciocho años -ya hace bastante tiempo de eso- le solté una frase que ahora me tendré que comer con patatas:
-¡Ahora sólo te queda darle tu tarjeta de crédito, también!
(ñam, ñam ... dizculpad ke con la boka llena no zé ejcribir...)
Nuestra hija crece, qué se le va a hacer, es la vida... me la hubiera tenido que zampar cuando era pequeña, pero ahora ya estoy lleno.
Una cosa me entristeció aquella tarde. Hablando con Pere, uno de los profesores del Instituto -su hija tiene la misma edad que la mía y nos conocemos de la antigua escuela de nuestras hijas- se reía cuando yo le confesaba no entender eso de que los padres nos mantuvieramos alejados de la puerta principal... Él no da clase en el curso de nuestras hijas para mantenerse al margen. Eso lo entiendo, de acuerdo, evitas suspicacias y bla, bla, bla.
Pero lo que me pareció realmente triste es lo que me dijo después:
-Puedo hablar con todo el mundo aquí en el Instituto, excepto con mi hija... aquí no.
-¡Coj...nes, que fuerte! -solté, nos despedimos y le pedí que, ya que iba en dirección al parque, me enviara a Joel de vuelta, tenía ganas de abrazarlo y así lo hice.
Triste, muy triste, pero es lo que toca, poco a poco tenemos que acostumbrarnos a decir adiós a nuestros pequeños.


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miércoles, 1 de octubre de 2008

Fatalidad de una promesa

Manolo
Como cada noche, Manolo salía del bar donde había pasado la tarde entera tomando cervezas y discutiendo de economía con compañeros de barra. La crisis lo había dejado sin trabajo después de muchos años de trabajar en la construcción. Le costaba guiar sus pies de manera coordinada por la estrecha acera, de vez en cuando se detenía para tomar aire apoyado en alguna de las escasas papeleras. Sentía frustración, impotencia y rabia bajo la piel, se dibujaba totalmente prescindible en una sociedad que le había dado la espalda.
Encendió, refunfuñando y no sin dificultad, el único cigarrillo que le quedaba del paquete y, después de hacer una larga calada, aplastó el paquete con los dedos y lo tiró al suelo con tanta fuerza que el mechero le cayó. Incapaz de agacharse, escupió amargamente y continuó su camino a casa con fuego en el alma...

Sara
Como cada noche, Sara salía de la Biblioteca donde había pasado la tarde entera haciendo los deberes del Instituto, estudiando para un control que tenía al día siguiente. La crisis había dejado a su padre sin trabajo, era albañil y ahora la cosa pintaba mal. Estaba dispuesta a poner un poco de alegría en casa, últimamente sus padres discutían demasiado. Había quedado con su padre que ella haría la cena aquella noche, ya que su madre hacía unos días que había empezado a limpiar en el hospital, en turno de noche.
Sara caminaba ligera a pesar del peso de su mochila, tenía la esperanza de que su padre hubiera cumplido su promesa: beber sólo una cerveza, estaba ilusionada, quería demostrar su valía, demostrar que era responsable y mayor, había empezado a cursar en el Instituto y la vida se le mostraba nueva. Todavía era niña, pero tenía prisa por madurar. Sus pensamientos de niña mayor acompañaban sus ligeros pasos de camino a casa.


Carmen
Como cada noche desde hacía tres días, Carmen llegó al hospital dispuesta a hacer el trabajo encomendado de la mejor manera. Las referencias que había presentado eran bastante buenas, sólo tenía el cuerpo un poco oxidado, hacía unos cuantos años que no trabajaba. Su marido ganaba suficiente dinero haciendo casas y toda su ocupación había sido cuidar de él y de su hija. De la casa, sin embargo, no se hacía cargo ella. Era época de bonanza, había "contratado" a una chica boliviana, Lucinda, que se encargaba de todo: cocinar, limpiar, comprar y, además, recibir alguna bronca. Carmen aprovechaba para pasear las mañanas de mercado y diariamente desayunaba en el bar cerca de la escuela, donde tomaba unos cuantos cafés con otras madres mientras llenaban de humo el bar, la ropa y los pulmones. Ahora todo eso quedaba atrás, la crisis provocó un caos en su vida: Manolo no tenía trabajo e incluso unos clientes le debían mucho dinero, Sara había empezado las clases en el Instituto y ella ya no se veía con las demás madres, los desayunos con ellas se acabaron con la excusa del cambio de curso de las niñas. También se vio obligada a "despedir", sin indemnización, a Lucinda, ahora sería ella la que se encargara de todo.
...
Santiago
Como cada noche al salir del trabajo, Santiago, trabajador boliviano de la fábrica textil, tenía que ir a hacer "encargos sucios". Desde que a su esposa la habían despedido de su empleo de esclava para la esposa de un constructor, él tenía que hacer un montón de horas extra en la fábrica, además de hacer de repartidor para un traficante de drogas, él odiaba aquella manera de ganar dinero, pero lo necesitaba ahora más que nunca, tenía cinco bocas que alimentar. Aquella noche llevaba en el maletero del coche un paquete mayor de lo habitual. De repente, le sobrevino la sensación de que lo estaban siguiendo y para comprobarlo, giró el volante en seco cuando tuvo oportunidad y siguió calle abajo... efectivamente, el todoterreno que le seguía no era de fiar, lo volvió a probar de nuevo a mayor velocidad y el todoterreno aceleraba aún más. Nervioso, se dio cuenta de que llevaba demasiado tiempo mirando el retrovisor, cuando volvió la vista al frente ya era tarde, con manos sudorosas agarraba el volante con fuerza y su pie derecho pisó a fondo el pedal de freno, pero ya fue tarde. La chica que cruzaba el paso de peatones ya se había estrellado contra el parabrisas. Al salir del coche vio como el todoterreno daba media vuelta, tomaba la calle cuesta arriba y desaparecía en la noche. No podía llamar a nadie ni abandonarla allí en mitad de la calle. Recordaba que dos calles más abajo había un hospital, pero no podría quedarse, no tenía papeles ni licencia de conducción y, además, llevaba un paquete en el maletero demasiado peligroso para tener que dar explicaciones, eso sería su ruina...


Jordi
Como cada noche, el Dr. Oliveda se dirigía al hospital donde tenía que cumplir su turno de guardia. Aquella noche era diferente, estrenaba coche. Por fin había podido ahorrar el suficiente dinero de la entrada para poder comprar su capricho a plazos: un Audi TT cabrio de color negro. Había tenido muchas dudas a la hora de comprarlo, pensaba en la vergüenza que le daría que lo vieran allí dentro, pero no podía sacarse de la cabeza la imagen de aquellos turistas que invaden la costa en verano con coches descapotables. La imagen de una noche que ligó con una alemana en una discoteca de Lloret, él le dijo que era médico -todavía estaba estudiando- y se le acabó la noche cuando ella descubrió su viejo Ford Fiesta heredado. Más tarde la vio al lado de un tipo rubio dentro de un flamante Audi TT cabrio negro en el aparcamiento de la discoteca.
Este coche era más propio de un joven neurocirujano como él que el Ford Fiesta. Las cosas le iban muy bien, pronto disfrutaría del aumento de sueldo prometido por el jefe de departamento. Con la cabeza llena de sueños se dirigía al hospital para empezar su turno de guardia cuando recibió una llamada...

Enfermera de urgencias
-¿Dr. Oliveda?
-Sí, yo mismo...
-Dr. Oliveda... ¡Tenemos un problema! ¿Está llegando?
-Sí, pronto llegaré, estoy muy cerca...
-Han dejado en urgencias a una niña... la han atropellado, el chico que la traía ha dicho que iba a aparcar, pero no ha vuelto... no hemos podido tomar la matrícula... la niña... de unos doce años... tiene heridas por todas partes... y de la cabeza le brota sangre...
-¿Y el Dr. Font?!?
-El Dr. Font ha tenido que ausentarse minutos antes... una emergencia... un tema personal... un imprevisto, ahora ¡Estamos colapsados! No hay nadie que se pueda hacer cargo...
-¿Cómo?!? ¿Se ha marchado sin esperar que yo llegara?
-Ha dicho que sólo serían unos minutos antes del cambio de turno y que nada podría pasar...
Jordi
Pisó el acelerador a fondo, la vida de una niña estaba en grave peligro por culpa de dos ineptos... sentía el aire juguetón entre sus cabellos, pero ahora no disfrutaba de ello, estaba más preocupado en llegar a tiempo de salvar una vida. Llegando al cruce justo antes del hospital, un peatón se disponía a cruzar, un tipo bajito, pero robusto, sin cuello y con la cabeza cuadrada. Los neumáticos nuevos chirriaron provocando un susto en el peatón, que empezó a vociferar palabras ininteligibles con los brazos en alto. Jordi, apresurado, le advirtió desde su vehículo descapotado que fuera con cuidado, que allí no había paso de peatones y por ello no tenía preferencia.
Carmen
Limpiando por la recepción de urgencias...
-¿Dices que han abandonado a una chica en la entrada y se han marchado? ¡Desgraciados! ¿A dónde iremos a parar?...
-Tiene unos doce años ... -dijo a la compañera mientras empujaba el carro del trabajo.
-¡Ay madre! ¡Como mi Sara! -tomó el teléfono y marcó el móvil de su hija...
Del interior de un bolso, que le resultaba familiar, sobre la mesa del mostrador, sonaba la melodía de un móvil...
You got me begging you for mercy!...
-¡¡¡Saraaaa!!! -se echó a correr hacia el quirófano.
Manolo
Con toda la rabia acumulada, las frustraciones y el alcohol llenando el interior de sus venas exclamó:
-¡Tú! ¡Media mierda con tu cochazo! ¿Te crees que puedes pisarme? ¡Los peatones siempre tienen la preferencia!
Se lanzó al cuello del chico con ambas manos y con un solo gesto reunió toda la fuerza para sacarlo de allí dentro como si fuera un muñequito. Mientras el joven pedía perdón y ponía excusas para no pelear, Manolo le daba puñetazos en el rostro hasta que cayó al suelo con la cara ensangrentada, después de tres o cuatro patadas, se sentó sobre el pecho del joven y continuó zurrándolo. Nadie presenciaba aquella atrocidad, sólo el motor del Audi TT, los puñetazos húmedos y la sangre que llenaba el asfalto.
Cada puñetazo que recibía el Dr. Oliveda... rebotaba en la cabeza de Sara... cada chispa de vida que se desprendía del médico, también se iba desprendiendo de su hija, la hija de un imbécil, que sin saberlo, iba cavando su propia tumba en vida, a puñetazos...
Privó a su hija de la única esperanza que tenía de sobrevivir. Arrancó la vida de un joven lleno de ilusión y esperanza. Dos pérdidas encadenadas por la fatalidad de una promesa incumplida.
Imbécil:
¿Tan difícil era mantener la promesa que hiciste a tu hija?
_____________________________
Basado en una pequeña discusión que tuve en la calle con alguien a quien hubiera sido peligroso acercarle una cerilla encendida, pero que a pesar de todo me inspiró a hacer este post.
Ah! Todos los personajes son fruto de mi imaginación, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.


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viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Una de 40 o dos de 20?

Hoy es el cumpleaños de mi esposa, madre de mis hijos.
Cumple 39+1= 40.
¡Felicidades Penélope, bienvenida al club, ya me atrapaste!



Ahora me asaltarán las dudas, los interrogantes que bailan por las cabezas de muchos de nosotros:

¿Una de cuarenta o dos de veinte?

¿Quizás me haya vuelto loco?

Hemos compartido más de la mitad de nuestras vidas, veinticuatro años de amor y no me arrepiento ni siquiera de una sola hora pasada a tu lado, a lo sumo quizás contaría un total de cuarenta minutos de vida en los que me has machacado con limpiezas de cutis -puntos negros-, "cañonazos" de depilaciones láser a los pelos de mi cuello y los diez minutos que aguanté de masaje a manos de aquel compañero tuyo, el osteópata francés que, sólo empezar, me tomó una mano -yo tumbado- me pidió que relajara el brazo y con un fuerte movimiento de arriba abajo, provocó que mi codo diera con el borde de la camilla de madera y el corazón me quisiera salir por la boca!

Excepto esto, estoy feliz y contento de estar contigo.

Siempre digo que tu cumpleaños cae fatal -de fecha, quiero decir- porque es en septiembre, en plena depresión post-vacacional -cómo dicen- y con los bolsillos vacíos. Lo siento, la madre que te parió así lo quiso, supongo.

Sé que tienes muchas esperanzas en esta fecha y no querría decepcionarte, pero es difícil, sabes que lo hago todo en el último suspiro, pienso que de esta manera me llegará la inspiración fácil, pero de vez en cuando me equivoco, no soy perfecto. Sólo te pido que, pase lo que pase, sepas perdonarme si crees que me he equivocado.

Te quiero.

PD: ¿Con eso no he contestado el interrogante inicial?

Bien, no me andaré con rodeos, sin duda una de CUARENTA!

(Las de veinte no saben que existo)

jueves, 11 de septiembre de 2008

Me siento perezoso.

Me está costando bastante establecer un ritmo que tenga cierta fluidez en el blog.

Mi cabeza está ocupada con otras preocupaciones y me cuesta escribir, a veces ya nos pasa esto a los hombres -por no decir siempre- no sabemos hacer dos cosas a la vez.

Me gusta dedicarme de lleno cuando elaboro un escrito, pero también es importante tener la mente despierta y con ideas. Hemos vuelto al trabajo y tengo mucho -afortunadamente. Por la noche, que es la hora que normalmente debería destinar a escribir, me siento cansado y perezoso.

Repaso los correos, los comentarios al blog (en la versión catalana normalmente), contesto a todos siempre que puedo y hago una visita a los blogs que han colgado nuevos posts. Cuando me doy cuenta de ello ya es hora de ir a la cama y no tengo ganas -por el momento- de colgar ni una triste fotografía, ni un triste vídeo de Youtube, ni nada.

Sólo diré que sé, a ciencia cierta, que es un momento pasajero, un pequeño bache en el camino que me dice: tal vez necesites cambiar amortiguadores al coche o revisar los frenos.

Hablando de coches, hace unos nueve años pude comprarme el primer coche nuevo de mi vida, un Honda CRV que me ha dado un resultado excepcional.

Nuska y Honda, dos amigos fieles.

Hasta el día que lo estrené, sólo había comprado coches usados de unos cuatro años de antigüedad, luego, cuando ya hacía dos años que los tenía, buscaba un motivo para cambiármelos, ya eran viejos con seis años y empezarían a dar problemas. Me los cambiaba sin pensar, sin ningún tipo de pena (con la excepción del Mini, que me lo cargué como ya escribí en este post).

El otro día, mi esposa se marchaba a trabajar y el Honda no arrancaba, a pesar de intentarlo varias veces, el viejo no quería. Llevé a mi mujer con la "furgo" al trabajo para no quedarme en casa con los niños y sin posibilidad de huir "motorizado".

Al llegar a casa, repasé las instrucciones pensando que ya le había llegado la hora, que casualmente no coincide con la mía (el mes de septiembre es de los peores del año).

Cuando ya imaginaba un presupuesto astronómico de taller, miré la llave, mejor dicho: la examiné con atención y descubrí una sustancia azulada que asomaba justo en el epitelio de la goma negra. La bombilla se encendió por encima de mi cabeza despeinada. Tomé la llave de repuesto y fui hacia el viejo Honda ...

¡A la primera y sin queja alguna despertó el motor! Cosas de chips, seguridad para evitar que intentes arrancar el coche con la llave de casa, etc. Ahora la nueva llave nos puede durar nueve años más, solo que no sé si el coche lo hará ...

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Honda CRV un vehículo cojonudo.

Honda, just in case: From now on, you get my authorisation to put some of your spare money into my account, just for the ad. Thanks.

(I noticed that "The power of the wings" became "The power of dreams").

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Como iba diciendo, me siento perezoso, sin ganas de escribir, mis dedos a duras penas encuentran las teclas adecuadas y ...

viernes, 8 de agosto de 2008

Pestañas 2.0

Cada noche, justo antes de apagar el ordenador, aprieto la crucecita blanca que hay dentro de un cuadradito rojo que se encuentra en la parte superior derecha de la pantalla, acto seguido se abre una nueva ventanilla que me pregunta:
"¿Desea cerrar todas las pestañas?"
Y cada noche contesto apretando el botón: "Cerrar pestañas" mientras me digo a mí mismo:
"Sí, lo deseo con todas mis fuerzas, pero no sólo éstas, también las que ya me caen sobre los ojos, párpados incluidos..."
Si es que el creador siempre se ha preocupado mucho por los demás, es un tipo tan humano...



martes, 5 de agosto de 2008

La saeta rebelde.

Después de haber visitado dos tanatorios en los primeros cuatro días de vacaciones, me retiro a mi pequeño rincón de mundo y ¿con qué me encuentro?
Me encuentro con una saeta que apunta al azul estival clamando al cielo: ¡Ya tengo suficiente! ¡no quiero más! ¡dame un hilo de paz! ¡déjame respirar!

La farola que ilumina este blog te lo exige, se rebela y se prepara para atacar, sólo hay que encender la chispa que prenderá la llama en la punta de la saeta amenazadora y quemará las nubes a su paso, mientras lentamente le hará la guerra al sol.

¡Caray qué calor! La cabeza me hierve, tendré que tomarme un helado por cada oreja... es decir: dos.


Ya desnuda, le han arrancado la fea falda naranja que llevaba y deben estar a punto de reparar los daños que provocaron su decapitación... ¿o tal vez esperarán a septiembre?

lunes, 14 de julio de 2008

Esto es lo que pasa Time after time...

Muchos recordaréis este tema desde Miles Davies a Cindy Lauper que nos iluminó los ojos y oscureció las pistas de baile de las discotecas en las que había un tiempo para bailar las "lentas" y así podernos abrazar. Aquí tenéis una versión acústica de Cindy con Sarah McLachlan:


Y después de esta versión, otra que, a mi entender, no era necesaria:


¿Estáis conmigo? ¿Era necesario hacer esta versión?

¡Ojo con el tema!

sábado, 12 de julio de 2008

Cena de verano "exepcional"

Una noche a principios de verano fuimos a cenar con los niños a una pizzería del pueblo, aquélla en la que no conseguí reservar mesa para la cena de testosterona.

Desde aquí felicito al autor del diseño de los manteles de papel que ponen en la mesa:
Si lo que se proponía es hacer ir de culo a la gente meticulosa como yo, que soy incapaz de mantener las manos quietas cuando hablo con alguien a quien le cuelga un hilo de la camisa y tengo que quitarselo, o bien me siento obligado a advertir a alguien que le ha quedado un pequeño resto de lechuga o espinacas entre los dientes...

¡Felicidades diseñador! Lo has conseguido, me has engañado varias veces pensando que el camarero ha olvidado recoger los cubiertos de la mesa.


Dentro del local, a pesar de disponer de aire acondicionado, hacía mucho calor, supongo que a causa de los hornos de leña y la aglomeración de gente.

Nos colocaron en una mesa al lado de la puerta principal y cada vez que alguien la abría también entraba aire fresco, pero por lo del aire acondicionado la puerta debía permanecer cerrada.

De vez en cuando, yo mismo la abría desde mi asiento para dejar pasar un poco de aquel aire natural.

¿No es mejor dejar la puerta abierta si la fuente de calor está dentro del local?

Entiendo que si al mediodía la fuente de calor más elevada está en la calle se mantenga la puerta cerrada, pero ¿Por la noche?

Con la puerta abierta se escapa el aire frío...

No, si lo ayudas aportando el fresco de la noche, no.

Una vez en la calle -y por ello quería escribir este post (a veces me voy por los cerros de Úbeda)- mi hijo de ocho años me pregunta:

-Papá, ¿Qué quiere decir E X E P T O B U S?

-¿De dónde lo has sacado eso? -respondo a la gallega, como siempre...
-De ahí -me dice alzando su dedito hacia una señal que hay al lado de una parada de autobús.

Miro dos veces. Durante la cena he tomado una cerveza con alcohol porque la marca sin alcohol que tienen es la que no me gusta y, efectivamente, le falta una letra a la palabra, en realidad debería decir EXCEPTO. Explico a mi hijo el error y el significado mientras hago una foto a la señal con el móvil.



sábado, 5 de julio de 2008

República Natural del Cerdo.

Miércoles al mediodía, una vez en casa, saco a pasear a Tora a pesar del sol abrasador. Una furgoneta cargada con seis obreros está estacionada a cincuenta metros, en una cuneta, tiene las puertas abiertas y se oyen discusiones típicas a grito pelao como se dice. Se cierra la puerta del conductor y se disponen a marchar, pero justo antes, por la puerta lateral salen disparados dos objetos directos al campo: Una garrafa de agua de cinco litros vacía y el envoltorio arrugado de unas patatas chips.
¡Olé! -pienso. ¿Y ahora quién les dice algo a éstos? ¿Soy culpable de no recriminar este hecho a seis obreros malhumorados?

Ya por la tarde, volvía de comprar un tornillo de cincuenta céntimos para arreglar una silla y me encuentro el mismo panorama que por la mañana: obras. Quería ahorrarme calles cortadas yendo por caminos, a pesar de dar una larga vuelta para ello, tuve que detenerme un rato.
La vuelta extra me permitió acercarme a una zona bastante frecuentada por los jardineros solidarios -qué buena gente- a los que ya dediqué un post entero. Una vez allí, descubrí que hay gente que se las apaña para encontrar nuevos sistemas, nuevas soluciones al problema de la vivienda. Los hay que no se conforman con un pisito -menos ahora con el calor que hace- y se inventan la manera de poder disfrutar de un jardín enorme, rodeados de naturaleza donde así poder apaciguar el calor escuchando el dulce canto de los pájaros.

Un sofá en medio del bosque, parece el título de un libro.
¡Caray cuánto sabe este tipo! -pienso. La idea no está nada mal y por eso, a unos cien metros descubro que alguien más la ha secundado, siguiendo el ejemplo de su vecino, y para que no se diga, éste debe ser el vecino rico, pues ha instalado un mueble que creo que queda bastante bien, aunque no entiendo por qué está al revés...




A unos tres metros: el sofá a juego, la distancia es la ideal para una tele de plasma de 43 pulgadas, aunque no sé si disponen de corriente eléctrica.
Y ya tienen la sala de estar totalmente exterior.
He echado de menos un felpudo de bienvenida con alguna cosa como: Bienvenidos a la República Natural del Cerdo.
Eso, o bien lo que hacen es hallar el lugar ideal para hacerse una casa y no la empiezan ni por el tejado, plantan los muebles primero y después hacen la casa a medida de los muebles, de esta manera no tendrán que sufrir el problema de tener que llevar al centro de recogida de residuos un mueble que no encaja en casa, con el ahorro que supone no tener que pagar por ello...
-¿Mande? ¿Que es un servicio gratis eso de los residuos? ¿Que si avisas también hay un servicio de recogida de muebles viejos que no quieres? Pues no tenía ni idea... -dirá el responsable de todo eso.
Y es que el precio de las viviendas continúa por las nubes y bancos y cajas no abren el grifo, pero siempre habrá quien pueda disfrutar de un pequeño apartamento como este tan acogedor que me he encontrado a escasos cuatrocientos metros de los demás, en un lugar más civilizado, con terraza, tendedero de ropa y servicio de cambio de neumáticos gratuito.
La lástima es su ubicación, demasiado cerca de calles transitadas, pero no se puede poner donde están los demás, porque el color verde se podría confundir con el verde de la naturaleza y los propietarios no podrían presumir.
¿No os veis en esta terracita, tomando el fresco, un libro en una mano y en la otra un refresco?
-¡Qué envidia!

Si te ha gustado...
Votame


miércoles, 2 de julio de 2008

Obras...

He tenido una mañana de gestiones diversas como ir a los bancos, al notario -cuánta pasta mueven- y otras gestiones que no puedo mencionar... Dando una vuelta por el pueblo me he dado cuenta de la cantidad de obras públicas que hay, un montón de calles cortadas... Pero si no vienen elecciones... -he pensado.
He recordado que el otro día, aprovechando que mis hijos hacen las actividades de verano cerca, hice una visita a la farola que encabeza el blog. La hora no era la misma que la que hice la primera fotografía, el resultado tampoco, cómo podéis comprobar.

Me entristeció el estado de la farola, incluso se puede apreciar que algún indeseable ha utilizado la farola como diana. Sin la mano del hombre no habría podido hacer nunca la foto de cabecera con el contraste que me llamó la atención, esa mezcla de naturaleza y artificialidad, pero la mano que tiró la piedra se podía haber metido dentro de algún agujerillo del dueño y ahorrarse la fechoría.

También me entristeció que le hubieran puesto esta malla obrera a modo de falda, justamente ahora que hace tanto calor y podía lucir su desnudez con todo su esplendor ante los pocos visitantes que recibe.

Después de tanto follón de ruidos, vallas metálicas y hoyos en el suelo he vuelto a mi pequeño mundo, mi paraíso terrenal y he escrito cuatro líneas, con un refresco de naranja al lado.

jueves, 19 de junio de 2008

Colonias de nuestra hija en L'Estartit.

(Foto: El tío Toni, Marc y yo, en aquel momento, los reyes del mundo)

Ariadna, nuestra hija de once años y medio, volvió ayer de colonias escolares en L'Estartit. Han sido tres días y dos noches sin parar en una casa de colonias llamada Rosa dels Vents. Cuando la fui a recoger estaba sentada en un banco de la plaza al lado de Elena, la canguro. Tenía las mejillas coloradas y el gesto cansado -como era de esperar-, al verme se levantó y me dio un fuerte abrazo y muchos besos.

Yo esperaba encontrarla cansada, pero con muchas ganas de explicar las nuevas experiencias -como submarinismo y actividades diversas- supuestamente tenía que contar un montón de emociones ilusionada, pero no.

-¿Qué tal ha ido hija?

-Bien... -respondió cansada- me he dormido en el autocar de vuelta, nunca lo había hecho.

Le comuniqué que en media hora teníamos que ir al ensayo general del festival de fin de curso de la escuela de danza y enseguida se quejó con voz llorosa -era evidente que no podría ir, arrastraba incluso las ligeras chanclas de camino al coche.

Una vez en casa, Natalia, madre de Maria -compañera de danza- llama para decirme que ha hablado con el profesor y que mejor no se presenten al ensayo si no están en condiciones, me alegro, no quería en absoluto obligarla en aquel estado.

A la hora de la cena, Penélope pregunta a Ariadna por las colonias. Ella explica cosas como que los monitores de las actividades soltaban feas palabrotas en todo momento, gritos por aquí y gritos por allá -me pregunto: ¿Eran militares las colonias?- los monitores decían también frases como:

-¡Yo cobraré igual por hacer este trabajo!

Ante nuestra perplejidad e indignación, Ariadna iba relatando hechos tan lamentables como:

El incidente del autocar que los debía llevar de vuelta de actividades en la playa hacia la casa de colonias. Los niños presenciaron una fuerte discusión entre el conductor y alguno de los monitores a causa de la falta de puntualidad del conductor con reproches y graves insultos por ambas partes que acabaron por afectar al grupo escolar: Este año a medio curso llegó a la clase de Ariadna un niño de Mali que va en silla de ruedas y a ella le tocó -o escogió, no estoy seguro- tener cierto cuidado de su normal integración. El caso es que, con la discusión, el conductor soltó que no tenía tiempo para bajar la rampa del autocar para que el niño subiera con la silla de ruedas y lo mandó subir con las muletas. ¿Discriminación a minusvalidez o al color de su piel?

O el de un monitor que un día silbó con mucha potencia y al oirlo, mi hija le preguntó cómo podía silbar tan fuerte, él -el hijo de su madre- le dijo:

-Acércate que te diré el secreto... -Ella se acercó inocente y a escasos centímetros del oído de mi hija, le silbó de la misma manera... ¡Será cabrón! -pienso- Ni qué decir tiene que aquello le provocó una sordera temporal acompañada de un pitido agudo.

En este punto siento tal indignación que si pudiera tener sólo dos segundos delante de mí a este supuesto monitor de ocio, juro que no le diría ni hola, ni siquiera me presentaría, sólo tendría dos segundos para mostrarle mis respetos: ¡¡¡Un bofetón a mano abierta de aquéllos que abarcan hasta la oreja y también provocan unas secuelas similares!!! -esto es una hipótesis, porque yo soy pacífico.
-No consideráis que esto que hizo son malos tratos y abuso?

-¿Y no decíais nada de esto a vuestros profesores? -preguntamos a la niña.

-No... -responde.
-¿Y, por qué?
-No lo sé...

¡Claro! Esto sólo pasaba en los ratos en que los niños hacían actividades con los monitores, porque los profesores de nuestros hijos, o no tenían permitido acompañarlos -no entiendo por qué- o aprovechaban para descansar mientras duraban las actividades -cosa que respeto.

No soy sospechoso de defender a mis hijos a capa y espada, más bien procuro no ser demasiado protector para dejar que crezcan y se espabilen solos, si algún profesor o profesora les ha castigado por algún hecho a menudo lo he aprobado pensando que tendrían motivos para hacerlo, siempre y cuando se demostrara la culpabilidad. Hay padres que son todo lo contrario, sus hijos siempre tienen razón y los profesores manías.

Y como soy pacífico quizás tendremos que indagar a ver qué pasa con esta gente. Acabada la cena busco en el Google el nombre de la casa de colonias y me sale la página principal con una retahíla de casas por todas partes.

-¿Es una franquicia? -remuevo, busco... ¡Estartit! Sí aquí... Ariadna me lo confirma cuando ve las fotos de la casa, Marcel Maillot parece que se llama la casa en cuestión.

Sorprendido -no sé por qué- leo cosas como:

Colonias destinadas a chicos y chicas de 6 a 16 años para que puedan divertirse de una manera diferente... como por ejemplo en la discoteca de la casa donde, según mi hija, la música era sólo la que gustaba a los monitores...

Las colonias se desarrollarán bajo la dirección de personal especializado, deportistas y monitores de ocio que cuidarán de todos los aspectos de la estancia tanto de las actividades como de la vida cotidiana... ¡Bravo! ¿Personal especializado en qué? ¿En gritar? ¿En putear a los niños?¿De la vida cotidiana cuidarán? Sí, quizás por ahí no van mal encaminados... el mundo está lleno de capullos que gritan e insultan a los demás desde el volante de su coche... ¿Qué mejor manera que prepararles para el día de mañana?

Los chicos y chicas reciben una atención personalizada -sí, sí- al convivir con sus monitores, los cuales velan en todo momento por su seguridad y su bienestar.
Y aquí sí que alucino: Para muchos niños puede ser la primera salida, motivo por el cual ponemos especial dedicación durante toda la jornada.

Finalmente leo la última frase de la presentación: ... y un montón de sorpresas ... -¡Y tanto! Otras para no aburrir:

Somos la primera empresa de casas de colonias con certificado de calidad ISO 9001:2000... ¡Joder!

Que 60.000 niños pasan al año por sus instalaciones... y que éstos avalan su gestión -¿Y todos reciben el mismo trato? Si es así acabarán matando a la gallina de los huevos de oro.

Quizás deberíamos denunciarles por publicidad engañosa...

Ahora tendremos que contrastar las opiniones de otros niños de la escuela, de otros padres y veremos qué medidas tomamos, de momento yo ya lo he colgado aquí a modo de denuncia, sé que habrá gente que tarde o temprano llegará a este post buscando casas de colonias en L'Estartit y creo que es bueno que haya opiniones diversas, estoy convencido de que habrá clientes de esta casa de colonias encantados, quizás es un tema de pasta, quizás la crisis general afecta a todo el mundo, quizás es que no se dan cuenta de que tratan con niños a los que pueden estropear unos días que podrían haber sido para recordar el resto de su vida.

El pasado domingo comimos en casa de Montse y Roger, un amigo y compañero del Belloch. Mientras Ernest y Ot -sus hijos- jugaban con Ariadna, Joel y Tora, nosotros recordábamos anécdotas de la EGB. De entre un montón de peripecias, recordamos unas convivencias en un hotel de L'Estartit donde lo pasamos muy bien. De eso ahora hace más de veinticinco años, pero aun así todavía lo recordamos con alegría. Es triste que pasen este tipo de cosas, seguro que mi hija no querrá volver.

(Foto: Roger es el segundo de arriba empezando por la izquierda, yo el de rojo de arriba a la derecha)

No se debe jugar con las ilusiones de los niños, dudo que lleven treinta años haciéndolo así de mal, quizás la dirección tendría que tomar medidas.

martes, 17 de junio de 2008

De chubascos y paraguas.

Tormenta.
Este mediodía, justo a la hora de ir al trabajo.
Cae un chaparrón impresionante con rayos y truenos, la lluvia azota con fuerza el tejado de nuestra casa e incluso ha caído un poco de granizo. Tengo el paraguas en el coche, cómo no, suerte que tenemos algunos de reserva en el recibidor. Tomo uno cualquiera del paragüero y se me abre solo antes de atravesar la puerta, debe estar estropeado, pero eso no importa, me importa más que cumpla su función.
Salgo a la calle bajo la intensa lluvia y me doy cuenta de que hay una parte del paraguas que no trabaja, está doblada y deja pasar el agua, es demasiado tarde para volver atrás y, como en el coche me espera el super-paraguas-automático-que-se-pliega-y-despliega-solo (foto) que me regaló Jordi -mi socio- continúo.

Esta vez he tenido la previsión de esconder las gafas dentro del bolsillo de la camisa para evitar salpicaduras de agua innecesarias que sólo me harían maldecir -ahora ya podemos maldecir cuando nos cae la lluvia encima, no como hace un tiempo, en medio de la sequía, que escribí un post al respecto.

Me planto delante del coche y abro la puerta, me llueve en la espalda porque el lado defectuoso del paraguas -que no merece ser nombrado así- no deja de echarme agua encima. Entro la bolsa de mano primero y yo después -educado incluso con los objetos- el utensilio estropeado es el último en entrar -que le den, pienso- intento cerrarlo y no quiere, la lluvia empieza a mojarme las muñecas y se escurre bajo las mangas de mi chaqueta.

Las varillas torcidas impiden un plegado normal y reniego:

-¡Coj...nes! ¡Tiene la capacidad de abrirse solo, pero no se cierra ni forzándolo manualmente!Segundos después consigo mi objetivo, pero tengo las mangas de la camisa húmedas. Cierro -por fin- la puerta del coche y el utensilio del demonio se abre hasta donde mi movimiento reflejo le permite ante mi estupefacción.

-Coj...nes!!! -pongo cara de tonto, y más sin gafas- he olvidado que la única cosa que sabe hacer a la perfección es abrirse inoportunamente...

Con la cara salpicada y a punto de perder un ojo, asfixio el paraguas con mis manos, lo cual provoca que el agua se escurra entre mis dedos, tal como si las pusiera bajo un grifo, no tengo más tiempo para perder, lo sujeto firmemente con la mano izquierda y con la otra ato la cinta que los diseñadores concibieron para tal efecto. ¡Cómo no he caído antes!

Lo paso detrás y me chorrea los pantalones, el agua es fría: ¡Vaya! ¡Ahora no me apetecía esta propina! No he roto la mierda de paraguas porque estaba dentro del coche y se podía haber desplegado solo de nuevo...

En el momento de introducir la llave en el contacto me doy cuenta, a pesar de no llevar puestas las gafas, de que ya no llueve. Pongo en marcha el motor pensando en un tal Murphy, me pongo las gafas secas y limpias y meto también la directa que voy tarde.

Al cabo de mi calle, de un árbol a otro, una cinta policial como las de las películas de crímenes de Hollywood impide el paso de los coches, continúo por la vía alternativa que se usa siempre que cortan aquella calle. Voy detrás de unos cuantos coches que se han encontrado como yo, pero allí también luce otra cinta policial. Mecag... me han cortado las dos vías principales de salida hacia Granollers, por lo tanto, tengo que dar una vuelta extraordinaria, pasando por el centro, para dejar el pueblo atrás.

Desde la carretera, ya de salida y en medio de un atasco considerable, he descubierto el porqué de todo: La calle que acompaña el río está inundada.

Llego prácticamente sin lluvia a la puerta del trabajo, un cubo de fregar bloquea la abertura total de la puerta, parece que tenemos goteras. En el vestuario hay ropa tendida, es de Esther. Una camiseta mojada colgada, el jersey encima de las sillas acompañando los pantalones calados por los bajos. En cuanto a Alba, también se intuye que se ha mojado, una frase me viene a la mente: Siempre hay alguien que está peor que tú.

Ya lo dicen: Chubasco por Sant Pere Regalat, cuarenta días de chaparrón... Yo no tengo ni idea de qué día es Sant Pere Regalat, pero me lo comentó la chica de la floristería del sábado.

¡Ah! ¿El paraiguasmierdoso? lo he abandonado (foto) por si alguien lo necesita más que yo, aunque, según dicen, pronto se acabará la lluvia por aquí.

jueves, 5 de junio de 2008

Cena de testosterona.

Por una simple cuestión de amor propio, el martes por la mañana decidí organizar una cena:
A raíz del escrito Los hombres estamos perdiendo fuelle, Martí F. hizo el comentario detonante:

Sergi, te tengo que decir que este recorte me ha inspirado mucha solidaridad, como comprenderás, ya que mi mujer era una de las "instigadoras" de la cena de "mamás". (Ojo, que ahora amenazan con una sesión de Tapper-Sex!) Ahora bien, lo tienes facilísimo, chico. ¿Verdad que la acampada de las niñas será esta semana? ¡Pues ala! Espero tu llamada para cenar el Jueves...

Automáticamente enebré la aguja (expresión catalana similar a manos a la obra):

El jueves, a pesar de ser el día que tengo más trabajo -ya lo sabes- podremos hacer un pequeño esfuerzo. ¿Lugar? Nos llamamos. Hora: quizás entre las nueve y media y las diez. ¿Quien? Martí F. y, de momento, yo mismo. ¿Alguien más?

No tenía tiempo de redactar una circular parecida a la de las madres con cosas como: Aprovechando que los niños de 6º se van de acampada los padres hemos decidido hacer una cena, quedan excluidas personas del sexo femenino que tengan relación madre-hijo con alumnos de 6º bla, bla, bla...

Móvil en mano tiré de lista de teléfonos y uno a uno fueron cayendo, incluso mi hermano, y los emplacé hoy a las nueve y media en una pizzería del pueblo.

Por la tarde me llamó mi hermano diciendo que él no podría venir a cena porque era... su aniversario, una excusa como otra cualquiera... pero lo entendí y lo invité a que viniera a tomar una copa más tarde. ¡Cojonudo! ¿Aparte del motivo de la acampada de la niña podríamos aprovechar para celebrar el aniversario de mi hermano con el pequeño inconveniente de que él no estaría, es un motivo bastante convincente para llevar a cabo una noche de testosterona justificada ¿No? ¡Pues ala!


Enebrado el hilo en el aguja me encargo de reservar mesa, pero no tengo el teléfono y recurro a Google. ¡Perfecto! El nombre sale en el buscador... direccióoon... ¿Teléfono? no facilitado !?!¿Cómo es posible que en una pizzería no tengan teléfono? Tengo que reservar y no dispongo de medios. Busco la guía del pueblo, sale la pizzería, pero no el teléfono de contacto, flipo...

Esta tarde me he acercado en coche y, a pesar de estar cerrada, una chica desde dentro me ha dado una tarjeta de visita donde sí aparece el teléfono.
Es para reservar mesa, pero el encargado no está, tengo que llamar mañana por la mañana, aunque la chica me advierte que no aceptan reservas más tarde de las nueve menos veinte -flipo todavía más-, pero si es así acabaremos cenando en uno de aquellos lugares en los que te coges la comida desde el coche y te lo comes por el camino, ya que eres incapaz de llegar a tu destino con aquel olorcito acariciándote las fosas nasales... Llamaré a ver si encontramos mesa para cenar, hablar de deportes, de motor, de muj...s y basta.

Me siento y de tanto decir que enebro hilo en la aguja...

La señora aguja me mira vestida de hilo de color caca de oca y me dice:

- Ya estoy preparada.

Hago el nudo en la cola de su vestido, lo abrazo con mis dedos e introduzco su punta en la ropa de la chaqueta de buena marca que me regaló mi mujer. De uno en uno empiezo a coser y a reforzar TODOS los botones que supuestamente tendrían que venir bien cosidos de fábrica, con la pasta que hacen pagar...

Por cierto, mi hermanito Marc hoy cumple 38. Quizás tendría que escribir alguna cosita en el blog, algún recorte de infancia como aquello de tirarle del pelo mientras jugábamos de pequeños y a los tres segundos lo abrazaba y le daba muchos besos... pero si él está presente en la mayoría de mis escritos...

Me emocioné escribiendo una frase:

Mi hermano es con quien pasé los mejores días de mi infancia... y estoy convencido de ello.

¡Felicidades Marc!